Un paisaje heterogéneo de escarpadas montañas cubiertas de nieve, áridas dunas del desierto y una costa sinuosa, Marruecos tiene una de las geografías más variopintas del norte de África, todas accesibles desde Amanjena. La antigua ciudad de Marrakech resplandece desde su medina del siglo XII, una antigua fortaleza de paredes rojas atravesada por estrechas callejuelas. Rodeando la ciudad, el Palmeral es un oasis inesperadamente exuberante que a su vez da paso a un paisaje desértico, salpicado de pueblos donde poco ha cambiado durante cientos de años.
A solo 40 minutos en coche de Marrakech, emprenda una emocionante aventura todoterreno para descubrir el hermoso y pedregoso desierto de Agafay. Tanto si desea vivir una experiencia única en la vida como tener simplemente un momento para reflexionar, este paisaje lunar lo tiene todo, desde paseos en camello hasta emocionantes viajes en quad o bicicleta eléctrica, o aprender más sobre las estrellas, con una experiencia única contemplando las estrellas, emprenda un viaje único a uno de los lugares más fascinantes de Marruecos.
Elevándose desde las arenas del Sáhara 4167 metros hasta la cima del Jbel Toubkal, el pico más alto del norte de África, las montañas del Atlas son una de las cadenas montañosas más espectaculares del mundo. Suba a Kasbah du Toubkal en coche, helicóptero o a pie y disfrute de un almuerzo campestre contemplando las vistas panorámicas a 1800 metros sobre el nivel del mar.
A pocos minutos de Amanjena y del casco antiguo, el Amelkis Golf Club de 27 hoyos está considerado como uno de los mejores de Marruecos, conocido por los desafíos técnicos que plantean varios de sus hoyos. No muy lejos, Royal Golf Marrakech tiene una disposición más estrecha con una exuberante vegetación y jardines que datan de 1930.
Contemple las callejuelas de Marrakech desde el asiento trasero de un sidecar al aire libre, recorriendo los laberínticos zocos de la ciudad y las calles circundantes, con dos rutas posibles: a través de la Medina, Gueliz y el Palmeral o hasta Dar el Sadaka, un parque de esculturas del artista visual francés, Jean-François Fourtou.
Descubra los rincones ocultos de Marrakech con nuestro fotógrafo profesional. Le llevaremos lejos de los lugares turísticos habituales y le presentaremos los lugares menos conocidos de la ciudad. Reciba consejos y conocimientos de expertos mientras captura la esencia de Marrakech. Tanto si es un fotógrafo principiante como si es un fotógrafo experimentado, esta experiencia única le ofrece la oportunidad de mejorar sus habilidades en un entorno verdaderamente inspirador.
Mientras el sol se pone contra el telón de fondo de las montañas del Atlas, viaje en camello por un desierto con paisajes lunares hasta un destino secreto. Le espera una tienda privada de Amanjena, donde podrá saborear una cena tradicional bereber bajo las estrellas, contemplando las constelaciones que alguna vez se usaron para navegar y contar historias.
Esta actividad está sujeta a las condiciones meteorológicas y podría cancelarse con poca antelación.
Como la base ideal para presentar a niños de todas las edades las maravillas de Marrakech, Amanjena tiene un programa de actividades para todas las edades e intereses. El equipo del resort también puede coordinar experiencias y excursiones en familia personalizadas.
Juegue en las calles de color esmeralda de los mejores campos de golf de Marrakech. Diseñada para los aficionados al golf, esta estancia de tres noches incluye green fees en los campos de golf Amelkis (o Royal) y Assoufid.
Siguiendo la rica tradición hospitalaria de Marruecos, los huéspedes de Aman están invitados a unirse a una familia bereber para disfrutar de una comida casera en su casa del desierto con paredes de adobe y explorar los mercados del pueblo.
Ayude a conservar la tradición de esta antigua costumbre con el maestro narrador Ahmed Ezzarghani, quien tras 50 años recopilando fábulas tradicionales de Marruecos se compromete a transmitir la tradición a la próxima generación.
Emprenda la aventura aérea de su vida y descubra toda la belleza de los paisajes de Marrakech surcando el cielo con elegancia en un globo aerostático. Un viaje para recordar y disfrutar de la paz y la libertad mientras contempla la belleza de la naturaleza que se extiende, infinita, a sus pies.