Las habitaciones de Nara, orientadas al oeste y situadas en el corazón del resort o en sus zonas más tranquilas, ofrecen vistas a la exuberante vegetación, los altos troncos de los árboles y las paredes de piedra cubiertas de musgo, todo ello enmarcado por la ladera de la montaña, lo que produce una profunda sensación de armonía con la naturaleza, Rindiendo homenaje a las posadas tradicionales japonesas Ryokan, las habitaciones tienen materiales de madera natural, ventanales de suelo a techo, suelo de tatami y cubículos tokonoma. Con una superficie de 60 metros cuadrados, un tranquilo dormitorio y sala de estar se complementan con un espacioso baño con bañera japonesa Hinoki y lavabo doble.