Establecer relaciones estrechas y duraderas con comunidades y culturas locales de todo el mundo es fundamental en la filosofía de Aman. Estos viajes, disponibles exclusivamente en Amanemu, se crearon para que los huéspedes se adentren en los encantos de la región de Ise-Shima, que se considera el corazón espiritual de Japón. Son el resultado de la colaboración con diferentes comerciantes, guías y artesanos locales y, de formas diversas, contribuyen a la preservación de parte de la mejor artesanía, cultura y cocina de Japón.
Las pocas buceadoras ama que quedan son las portadoras de la antorcha de una de las tradiciones más notables de Japón. Estas luchadoras e interesantes mujeres se sumergen en el fondo del océano para recoger perlas y mariscos que luego se venden en la costa. En esta excursión, los huéspedes bucean con una ama que captura especies como vieiras, abulón y los moluscos Turbo cornutus. De vuelta en tierra firme, la veterana buceadora prepara una parrillada de mariscos en una tradicional choza de amagoya.
Ise Jingu es el hogar espiritual del pueblo japonés, un santuario sintoísta de 2000 años de antigüedad cuya divinidad debe experimentarse para poder entenderse. Entre sus rituales más importantes están las comidas matutinas y vespertinas que se llevan ofreciendo a los dioses 1500 años, los 365 días del año. En este viaje, los huéspedes recorren la región para probar los alimentos que se incluyen en las ofrendas. Es una aventura culinaria única en la que se visitan algunos de los mejores productores de una zona conocida desde tiempo atrás como el granero imperial de Japón.
Durante siglos, Nikenchaya fue una parada para quienes visitaban Ise Jingu, que llegaban en barco por el río Seta. La cercana Kawasaki, a la que se conoce como la "cocina de Ise", era un importante centro de trabajadores y almacenes portuarios. Este viaje se detiene en los dos lugares, excelentes ejemplos de la vida en el período Edo (1603-1868).
Se dice que los bosques del gran santuario de Ise Jingu, el más sagrado de Japón, tienen una superficie del tamaño de París. La espiritualidad es tangible y se percibe mejor caminando, como hacen los peregrinos que llevan miles de años acudiendo a este lugar. Este paseo recorre algunos de los lugares más bonitos del Santuario de Ise, incluido el sendero de 3,9 kilómetros hasta la cima del monte Asama. Desde sus 555 metros de altura se contempla la bahía de Ise e incluso del monte Fuji en días despejados.
Los dos circuitos de ciclismo de Amanemu, con bicicletas de carretera Bianchi de gama alta y todo el equipamiento necesario, son la mejor forma de explorar las maravillas naturales y culturales del Parque Nacional de Ise-Shima. El recorrido corto, de Kashikojima a Yokoyama, dura tres horas y tiene una longitud de 26,5 kilómetros. El largo, en Anori, dura cinco horas y tiene una longitud de 48,5 kilómetros.