Redescubra la ciudad
Pasee desde el hotel hasta los jardines del Palacio Imperial y descubra las históricas puertas Ote-mon y Sakurada y el puente Nijubashi. Durante el periodo Edo (1603-1867), Ote-mon fue la entrada principal al castillo de Edo, construido por el shogunato Tokugawa, que estableció la ciudad que hoy es la capital de Japón.
Un itinerario de compras podría incluir tiendas de artesanos que mantienen vivas las técnicas artesanas antiguas de Japón: un fabricante de pinceles del periodo Edo, un productor de exquisita cuchillería o un comerciante de papel japonés. Si lo desea, puede ver la ciudad a través de los ojos de un experto en el arte de las "imágenes del mundo flotante" Ukiyo-e, que revelará la inspiración de este género de pinturas y grabados en madera de los siglos XVII al XIX. Pasee por las calles empedradas con vistas al monte Fuji, explore la orilla del río que solía acoger el mercado de pescado y viva las escenas que inspiraron estas obras de arte.
El laido o arte del manejo de la catana
Participe en una sesión privada de Iaido centrada en los movimientos y la etiqueta de los samuráis. Este elegante arte marcial, que data del siglo XVI, abarca cientos de estilos de manejo de la catana que reflejan el refinamiento y el código moral del guerrero japonés arquetípico.